¿Te preguntaste quién dio vida al nuevo oasis de diversión en la Ciudad de México? Tras el cierre de la icónica Feria de Chapultepec, un nuevo protagonista emergió: ¡el vibrante Parque Aztlán! Sumérgete en esta emocionante historia y descubre quién está detrás de esta nueva aventura que promete llenar de alegría los corazones de grandes y chicos.
Después de más de 50 años de operación, el cierre lamentable de la Feria de Chapultepec dejó un vacío en el corazón de muchos capitalinos que disfrutaron de momentos inolvidables en sus instalaciones. Sin embargo, para deleite de las familias, el Parque Aztlán llegó justo a tiempo para llenar ese espacio de diversión y entretenimiento.
Para dar inicio a esta nueva era, el jefe de gobierno Martí Batres iluminó la rueda de la fortuna con más de 218 mil luces en septiembre, y el 20 de marzo finalmente abrió sus puertas el tan esperado parque de diversiones en la Ciudad de México. Con precios más accesibles que otros lugares similares y la opción de pagar por separado las atracciones, el Parque Aztlán se presenta como una opción irresistible para grandes y chicos.
La oferta de entretenimiento es amplia y variada, con atracciones como el carrusel, la montaña jurásica, la cucaracha, el vuelo de cantoya y aproximadamente 30 juegos mecánicos que garantizan diversión para toda la familia. Además, el parque ha reutilizado el 50% de la madera de la icónica montaña rusa de la Feria de Chapultepec para su mobiliario urbano, decoración y fachadas, dándole un toque nostálgico a esta nueva aventura.
Pero, ¿quién está detrás de este emocionante proyecto? Tras el cierre de la Feria, el Gobierno de la Ciudad de México llevó a cabo un proceso de licitación pública para encontrar a los encargados del nuevo parque. Como resultado, el desarrollador inmobiliario Thor Urbana y la empresa Mota-Engil fueron seleccionados de forma unánime para la construcción y operación del Parque Aztlán, respectivamente.
Después de casi tres años de trabajo, se ha acordado que la empresa Mota-Engil pagará una contraprestación anual de 13 millones de pesos por el uso y explotación comercial de las hectáreas de la segunda sección del Bosque de Chapultepec que comprenden el complejo de diversiones. Este permiso tendrá una duración de una década, con posibilidad de renovación y ampliación en el futuro.
Fuente: El Financiero