Val’Quirico, la exquisita amalgama de arquitectura y ambiente europeos emplazada en el corazón de México, es más que un simple destino turístico; es un sueño hecho realidad que se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de la belleza y la tradición. Con casi una década de existencia, este pueblo encantador está a punto de celebrar su décimo aniversario como un remanso de tranquilidad y cultura.
Ubicado a menos de dos horas de la bulliciosa Ciudad de México, Val’Quirico es mucho más que un simple pueblo. Es una experiencia única que transporta a sus visitantes a la campiña europea, con sus calles empedradas, edificios de estilo toscano y una atmósfera que invita a la relajación y la contemplación. Desde su fundación en 2014, este encantador complejo residencial ha cautivado a turistas y celebridades por igual, convirtiéndose en el escenario de eventos exclusivos y momentos inolvidables.
El nombre de Val’Quirico, inspirado en el pintoresco Valle de Orcia en Italia, refleja su conexión con la elegancia y el encanto europeos. Fundado por visionarios empresarios como Adolfo Blanca Núñez y José Antonio Encinas, este proyecto surgió de un sueño compartido y la determinación de hacerlo realidad. Adolfo Blanca Núñez, un empresario oriundo de Puebla y presidente de Reinos México, ha sido una figura clave en el desarrollo y crecimiento de Val’Quirico, junto con su hermano Germán Antonio Blanca Núñez y otros socios e inversionistas.
La transformación de este espacio, que antes albergaba la histórica exhacienda Santa Agueda en Tlaxcala, es un testimonio del ingenio y la visión de quienes creyeron en su potencial. A través de un arduo trabajo y una cuidadosa planificación, Val’Quirico ha florecido como un oasis de cultura y hospitalidad, ofreciendo una amplia gama de actividades, desde muestras gastronómicas hasta festividades tradicionales mexicanas.
Hoy en día, Val’Quirico es mucho más que un simple destino turístico. Es un lugar donde los sueños se hacen realidad y donde la belleza y la tradición se fusionan para crear una experiencia verdaderamente inolvidable. Con su variedad de hoteles, cafeterías, boutiques y restaurantes, este encantador pueblo ofrece algo para todos los gustos y preferencias. Y ubicado en el kilómetro dos de la carretera Santa Isabel Tetlatauca, San Miguel Xoxtla, Tlaxcala, está listo para recibir a aquellos que buscan un escape único y auténtico en medio de la majestuosidad de México.
Fuente: El Financiero